sábado, 8 de octubre de 2011

Constructor de guitarras parapléjico en sintonía con su oficio


Por Arlene Jongbloets - Prensa Libre de 100 Mile House
Publicado el 28 de septiembre de 2011
Fuente: bclocalnews.com a través www.spinalcordinjuryzone.com
Traducción – Berenice Neavez, Traducciones:  bereniceneavez(arroba)yahoo.com.mx

Mike Trelenberg se está haciendo un nombre como laudero en Guitarras artesanales Riversong de Lee's Music en Kamloops
Los pedidos de guitarras construidas a medida son un respaldo en estos días para Mike Trelenberg, el laudero de 100 Mile House que ahora vive en Kamloops.

Si bien acepta que a veces es un poco abrumador, a sus 28 años de edad dice que sólo se ocupa de ello de la misma forma que lo hace con otras situaciones difíciles que la vida ha puesto en su camino.

Trelenberg, que es parapléjico, es el fabricante exclusivo de guitarras Riversong hechas a mano en Lee’s Music, en la calle Battle. Él también fue la inspiración.

Que él se convirtiera en laudero fue cosa del destino, el amor por la música y más el deseo de poseer una buena guitarra que el dinero.

El viaje comenzó cuando tenía 14 años, cuando Trelenberg sufrió una lesión en la médula espinal mientras conducía una motocross.

“Él estaba pasando por un mal momento”, dice su mamá, Jacquie. Ella y su esposo, Dennis, una Navidad compraron una guitarra de segunda mano para su hijo con la esperanza de que le interesara. Lo que resultó ser una buena inversión.

“Simplemente se enganchó. Eso fue lo mejor que he hecho”, dice.

La idea de ser músico pasó por su mente, pero Trelenberg no podía imaginar un futuro seguro en el medio, por lo que en el 2002 dio seguimiento a un anuncio que había visto sobre construcción y reparación de guitarras en Summit School en la isla de Vancouver. La clase era muy pequeña y la relación profesor/alumno era alta para un curso intensivo.

Se dieron cuenta rápidamente que Trelenberg sentado en su silla tendría problemas para ver por encima de las sierras de mesa. Para ayudarle a trabajar con las diferentes alturas de las herramientas eléctricas y varias mesas de trabajo, su silla de ruedas fue equipada con brazos hidráulicos, en lugar de modificar el taller para adaptarse a sus necesidades.

Después de terminar el curso de un año consiguió un trabajo en Lee's como reparador de guitarras y pasaba su tiempo libre construyendo guitarras en su casa.

“Había un montón de guitarras que yo quería, pero que no podía pagarlas. Entonces pensé que yo podría construir una más barata”.

Un día llevó una guitarra al trabajo y se la mostró a su jefe, Mike Miltimore. Lo cual no sólo provocó el nacimiento de Guitarras Riversong, además fue el comienzo de una carrera que hace que Trelenberg vaya feliz a trabajar cada día.

Mike Trelenberg se está haciendo un nombre como laudero en Guitarras artesanales Riversong de Lee's Music en Kamloops.

Él construye las guitarras desde cero y muchos son pedidos “limitados solamente por la imaginación y el bolsillo del cliente”, dice.

En muchos de los instrumentos utiliza maderas especiales como caoba, arce y palo de rosa,  pero también ha trabajado con maderas raras y costosas, como la koa de Hawái.

La atención a los detalles y el trabajo cuidadoso de un artesano es algo que Trelenberg ha desarrollado con los años.

Es algo obligado con la línea de guitarras, incluyendo uno de los modelos populares llamado Heirloom, que Trelenberg incruste la firma de su cliente en un traste del instrumento y que también escriba un mensaje en el interior del cuerpo. La idea es que en el futuro la guitarra pase a otro miembro de la familia y que tenga su firma inscrita, y así sucesivamente con toda la línea familiar.

Miltimore ha puesto todo el corazón en la línea de guitarras, recientemente incrementó el espacio de producción a 2 000 metros cuadrados e invirtió en nuevos equipos.

“Ha sido muy bueno al apoyo esto”, dice Trelenberg. “Ha invertido mucho en esta área”.

Hay planes de trabajar en un modelo de producción y también tienen una patente pendiente en cuanto a producción, agrega.

En cuanto a ahorrar dinero fabricándose una guitarra para él mismo, el artesano dice que estaba equivocado.

Su modelos básicos se venden en alrededor de $1 400 USD, y los altamente personalizados se cotizan en $ 5 000 USD o más; teniendo en cuenta la gran cantidad de tiempo que se invierte en cada una de ellas, los precios están garantizados, nos dice.

Con una cantidad de trabajo atrasado estable por pedido, Trelenberg no tiene tiempo de tocar la guitarra como solía hacerlo, pero eso no le molesta. Ejercer su oficio significa más que hacer un trabajo, pues le da mucho placer y él está feliz de poder trabajar en una faceta de la industria de la música.

En cuanto a estar en una silla de ruedas, él dice que es difícil, pero por otro lado se siente afortunado de que le haya sucedido a edad temprana.

“Me dio la oportunidad de acostumbrarme. Está bien”.

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